Real Or Cake?
en el entretenimiento
Essay 01
Aunque, después de 4 años, ya no es tendencia y
parece estar “pasado de moda”, considero que este
es un fenómeno no agotado y usado actualmente
más de lo que pensamos. De un video corto viral
a todo un movimiento, incluso plataformas como
Netflix han explotado el concepto con “Is It Cake?”
en 2022 donde concursantes crean pasteles hiperrealistas para engañar a jueces y espectadores.
Y es que de eso se trata, objetos indudablemente normales, sin presentar anomalías, terminan resultando pasteles. Inicialmente, si te encontrabas con uno de estos videos pasaba lo siguiente; primero se presenta el objeto en el plano con la pregunta “real or cake?” (en habla inglesa “cake” es fonéticamente casi idéntico a “fake”, que significa “falso”; así, la pregunta suena bastante ingeniosa). Entonces, tras unos segundos que se nos ofrecen para pensar y deducir, una mano con un gran cuchillo entra en escena y procede a cortar el objeto, para desvelar si acertaste o no en tu deducción. Si el cuchillo lo atraviesa y la sección revela un interior dulce estabas ante una réplica, era cake (I). Si no, tan solo era el objeto real. Y así, uno tras otro. Se ponen a prueba todo tipo de cosas, desde comidas que no tienen nada que ver con la repostería, pescados, bistecs, ensaladas o hamburguesas, hasta objetos completamente ajenos a la comida: rollos de papel higiénico, zapatillas, herramientas e incluso muebles completos (II).
autor desconocido
(II)
Let Them Eat Art / Leandro Erlich / Chocolate Barcelona Couch
Era realmente adictivo ver este tipo de videos, sobre todo considerando el factor sorpresa, pero más en concreto, porque el video consigue hacernos partícipes. Cada video parece un concurso, un challenge, y cuando más complicado se pone, más interesante es. ¿Cómo? ¿Es un pastel? Llegó un momento donde la calidad técnica de los pasteleros realmente conseguía confundirnos y, impresionados, no podíamos terminar de creer que eso fuera realmente comestible.
Esto, que inundó las redes, con un poco de tiempo produjo el efecto contrario; acostumbrados a ser engañados, la gente terminó por creer que absolutamente todos los objetos a punto de ser cortados iban a resultar siendo pasteles. Con tanta excelencia en las réplicas y tras meses viendo que cualquier objeto terminaba siendo un postre esponjoso, era lógico pensar que todo era pastel (III). Puedo asegurar haber llegado a ver un brazo hiperrealista siendo cortado y mostrando un bizcocho rosado y un frosting delicioso en su interior en vez de una escena sádica y sangrienta. Así, y en respuesta, la estrategia cambió. Empezaron a aparecer cuentas de “reposteros” que tan solo cortaban cosas reales, cortaban una lechuga real, un hotdog real, una esponja real, y revelaban que dentro no había ningún frosting de colores. Nunca pisaban la cocina por mucho que se hicieran llamar @kingofcakefakes. Estos videos funcionaron perfectamente por todo lo sucedido anteriormente. Y, a esas alturas, era realmente una sorpresa que no fueran pasteles. Un delirio colectivo muy interesante.
También se debe tener en cuenta todos los videos que se viralizaron por recrear esta tendencia pero de manera desastrosa (IV). Se popularizó por un instante todo aquel amateur que intentaba hacer réplicas pero el resultado terminaba siendo cómico. La mala ejecución de estos sólo podía sacarnos unas risas, no había nada que descifrar, no había enigma. Y esto no es nada malo, todo en conjunto, incluidos estos fails, son contenido y entretenimiento que se retroalimenta entre usuarios.
La reacción justamente de estos usuarios, de los consumidores, no es algo ajeno. Encontramos mucho positivismo, felicitaciones al repostero demostrando fascinación:
”you’re a damn genius”
Muchos dejan constancia de que se equivocaron:
“me:the first one is 100% real! Immediately throws hands up in defeat lol.”
“i’m getting worse at these”
Y otros empezaron a hacer comentarios sobre su desconfianza por el mundo real:
“am i…cake?”
”who noticed the comment section is also a cake too”.
”who noticed the comment section is also a cake too”.
(III)
¿Qué tendrá que ver esto con el diseño? Esta tendencia es una conducta claramente surrealista que juega con la materia. Se puede conectar profundamente con principios del absurdismo. Estos movimientos han explorado históricamente la distorsión de la realidad y lo que percibimos en ella. “Real or Cake” ha trascendido su origen en redes sociales para consolidarse como una manifestación de lo absurdo en diseño y entretenimiento, incluso en marketing y publicidad.
Antes, hablemos de la aparición de la IA y su uso popular, que, considero, ha potenciado este fenómeno. La IA genera imágenes, textos y conceptos que no están limitados por las reglas del pensamiento humano. Esto produce combinaciones inesperadas e imposibles. Una evidencia de esto es una serie de videos que se han viralizado el último mes de 2024 (V) donde encontramos un perro que termina haciendo cualquier cosa, lo que sea, de manera inesperada. La sorpresa, la incertidumbre, un suceso extraño, se relaciona directamente con lo que pasa en los videos Real or Cake.
Con la misma IA, se han generado más Real or Cakes este último año, sobretodo para publicidad. El resultado suele ser aún más inquietante y críptico que si fuera un trabajo de repostería real. En estos videos generados por IA, la interacción de la mano con el cuchillo o el corte en el objeto es también anormal, haciendo que todo el escenario sea algo inquietante. Esto lo podemos ver en un post de “La Manso”, la famosa marca de anillos de plástico de Barcelona, donde publicitan uno de los anillos de la colección cortandolo con un cuchillo, en su interior podíamos ver un pastel de chocolate (VI).4 Esta publicidad fue acompañada de otro video casi igual. El anillo, en vez de ser cortado, se aplasta y resulta ser un slime; Real or Slime. Una tendencia que apareció posteriormente en reacción a la tendencia de los pasteles hiperrealistas (VII).
Por tanto, esta corriente absurdista está funcionando. Se ha reinventado ya mil veces y sigue apareciendo en nuestras pantallas. Si bien hemos nombrado ejemplos que tan solo suceden en las redes, esta inclinación también llegó a las pasarelas. En los últimos años también se ha popularizado el concepto CAMP, explicado en el ensayo “Notes On “Camp”” de Susan Sontag (2019). Y fue además motivo y tema oficial del Met Gala de 2019 (VIII). Como tal, Susan define el concepto diciendo lo siguiente:
“CAMP consiste en celebrar todo
aquello que es extravagante por sorprendernos
con su excesiva rareza.”
Se reconoce que fue una de las galas más desconcertantes y criticadas. La mayoría del público no entendió el tema oficial, además pareció que muchos diseñadores que presentaban piezas en la misma gala tampoco terminaron de entender el concepto. Recordemos que fue en 2019, y tras los ejemplos explicados anteriormente en este ensayo, podríamos decir que este evento es de los primeros en hacer contacto con el entretenimiento surrealista. Otro ejemplo del uso de las rarezas es la campaña “Fail/Winter 23” de la marca de zapatos CAMPER (otro uso ingenioso del vocabulario inglés, donde “fail”, que significa “fallo” o “fracaso”, sustituye “fall”, que se traduciría a “otoño”), protagonizada por la actriz estadounidense Julia Fox. La elección de Julia, incluso, es una clara demostración de esta decantación actual hacia corrientes exageradas y teatrales. Julia Fox justamente es conocida por la controversia, famosa por lo que dice o hace y por generar mucha polémica. Podríamos decir que es la modelo perfecta para reencarnar esta corriente (IX).
El mercado está al día, alimentándonos con pasteles inesperados. La última evidencia de este ensayo es mi propio algoritmo, cuando me ha mostrado esta misma semana a la modelo Amelia Gray comiéndose un bolso tras decir “EAT MY PUCCI” a la cámara (X). Se trata de la última campaña de la marca PUCCI, publicada hace dos días (08 ene 2025). Cabe comentar que, la reacción del público no ha sido muy buena por aquellos fieles a esta marca;
“don’t mind a provocative ad but this
one is more cringe than creative”
“what an unbelievably tasteless way to advertise”
“what an unbelievably tasteless way to advertise”
(VIII)
¿Y ahora qué? ¿Llega justo ahora el fin de esta tendencia reusada? Han salido ya críticas sobre lo vulgar que son estas elecciones. Pero, ¿podría reinventarse una vez más para quedarse? Lo cierto es que no lo sabremos hasta que suceda, hasta entonces será una sorpresa. De manera crítica, y llegando al punto de escribir mi opinión, todo esto me genera mucha intriga. Me ilusiona que en disciplinas creativas se pueda trabajar este nivel de delirio y el mundo real esté trabajando con “formas de hacer” tan inesperadas. Si es cierto que, podemos consiferar todos estos contenidos de impacto instantáneo y de corto plazo, y por lo tanto da lugar a que no se generen narrativas profundas ni contenidos complejos con los que uno pueda conectar. Algo memorable. Esto espero que cambie a largo plazo, realmente potencia un consumo de entretenimiento muy superficial y temo que se pierda el gusto por trabajar historias más elaboradas. He podido también ver de manera muy directa lo absurdo que es en sí mismo el mercado y el mundo creativo. Todo este suceso nace en base, seguramente, de un solo video de un pastelero que tuvo una gran idea esculpiendo y llegó a un público que lo apreció, lo disfrutó, lo reenvió. El poder de la audiencia, de internet y de su impacto en la manera de determinar a posteriori el contenido que generan las marcas -estas de manera consciente, para atraparnos- es muy retorcido. No sé cómo me hace sentir.
Ensayo para la asignatura Últimes Tendencies
del grado de Diseño en EINA
© Laia Poy Ros
16 mar 2025
del grado de Diseño en EINA
© Laia Poy Ros
16 mar 2025